Recién iniciado el nuevo año escolar, en octubre de este año 2019, recibimos una mala noticia: personas desconocidas se habían metido en la ludoteca de la escuela Wenceslao Monserrate por una ventana sin protección, y se habían llevado varios juguetes de ese espacio.
De la consternación pasamos al desconcierto y luego, a la tristeza: nos enteramos que quienes habían entrado en el lugar habían registrado y desordenado todo, evidentemente se habían entretenido jugando en el propio sitio y luego se llevaron algunos de los juegos y juguetes preferidos por los niños que asisten a la ludoteca y es que, lamentablemente, quienes perpetraron esta acción…fueron algunos niños de la propia escuela, usuarios frecuentes de ese espacio lúdico!
Si bien la pesquisa policial permitió en tiempo relativamente rápido precisar con detalle lo que había sucedido y hasta se pudo recuperar la mayoría de los juguetes sustraídos, esa última conclusión nos apenó enormemente. Pero lejos de amilanarnos nos retó a hacernos una serie de preguntas en TEPUI: ¿qué fallas hay en el proceso de difusión de valores que se imparten desde la ludoteca para que algunos niños no hayan valorado y respetado como es debido ese espacio?, ¿cómo afecta ésta situación al resto de usuarios, que vieron clausurada la ludoteca por un buen tiempo, y que no pueden disfrutar de un espacio creado especialmente para ellos?, ¿qué tipo de acción ejemplarizante y eficaz podrá ser de utilidad para evitar este tipo de acciones en el futuro por parte de los niños que naturalmente crecerán, no solo en espacios como la ludoteca sino para cualquier otro con el que se relacionen en su vida como adultos?, ¿qué situación en el seno de algunas familias detona este tipo de comportamiento en los niños y cómo podemos trabajar junto a los docentes desde la ludoteca, para aliviarla?
No tenemos todas las respuestas, pero esta situación sin duda nos hace reflexionar mucho y trabajamos para intentar esclarecer las inquietudes y proceder en consecuencia. Aun cuando la situación de crisis en el país no ayuda, y por el contrario encontramos que los directivos de las escuelas reconocen disminución de docentes y estudiantes por migración a otros países, el vaivén político, la poca motivación y escasez de recursos también dificultan lograr equilibrio idóneo para el trabajo en las escuelas, el equipo TEPUI continúa convencido y comprometido con la gestión en ludotecas, como plataforma formidable para apoyar aprendizajes, buenas prácticas y desarrollo deseable de la personalidad de los niños.
Por ello, esta noticia más que estupor, hoy día nos convoca y reta a trabajar con más ahínco y dedicación, con la certeza de que son muchos los desafíos que aun tenemos por delante, pero con la convicción y el entusiasmo que nos reúne desde el primer día de trabajo alrededor de esta propuesta de TEPUI.
Exploraremos diversas vías para fortalecer valores, continuaremos atrayendo a madres y jóvenes de la comunidad para trabajar en ludotecas, brindaremos nuevos espacios para compartir y aprender a convivir en armonía. Y por supuesto, continuaremos aportando juegos, juguetes y libros infantiles junto con el acompañamiento necesario para promover cada día el disfrute, la magia, la ensoñación, la creatividad y mayor bienestar posible de los niños usuarios de las ludotecas escolares.